El aumento de la madurez de la aceptación permite a los consumidores y a las empresas comprar y vender con comodidad y es un estímulo para el crecimiento económico en los países.
El aumento de la madurez de la aceptación y, por tanto, del uso de las tarjetas de pago no sólo permite a los consumidores y a las empresas comprar y vender con mayor comodidad, sino que también desempeña un papel crucial en el estímulo del crecimiento económico en países de todo el mundo. La disponibilidad de sistemas de pago electrónico basados en tarjetas conduce a un círculo económico virtuoso en el que el aumento del consumo genera un aumento de la producción, más puestos de trabajo y mayores ingresos y, en última instancia, un mayor crecimiento económico.
El aumento de la aceptación no sólo facilita transacciones más cómodas para consumidores y empresas, sino que también sirve de importante catalizador de la expansión económica mundial. La presencia de sistemas de pago electrónico inicia un ciclo económico beneficioso. Este ciclo comienza con un elevado gasto de los consumidores, que a su vez impulsa la producción, lo que conduce a la creación de empleo y al aumento de los ingresos. En última instancia, esta secuencia se traduce en un sólido crecimiento económico.
De hecho, un estudio realizado por Moody's Analytics y patrocinado por Visa analizó el impacto de los pagos electrónicos en el producto interior bruto (PIB) de 70 países/regiones en los cinco años comprendidos entre 2015 y 2019 y descubrió que un mayor uso de los productos de pago electrónico añadió 245.000 millones de dólares al PIB real en los 70 países estudiados entre 2015 y 2019.1 Cada aumento del 1% en el uso de tarjetas de pago produce, de media, un incremento anual de aproximadamente 67.000 millones de dólares en el consumo de bienes y servicios, o un aumento del 0,01% en el PIB, suponiendo que el resto de factores permanezcan invariables1:
- En Brasil los pagos electrónicos tuvieron una contribución media del 0,05% al PIB de 2015 a 2019, la mayor contribución al PIB en este periodo fue de 0,84 billones de dólares en 2019.
- En Colombia hubo una contribución media del 0,06% al PIB de 2015 a 2019, la mayor contribución al PIB en este período fue de 0,12 mil millones de dólares en 2019 y 2018.
- En México hubo una contribución media del 0,03% al PIB de 2015 a 2019, la mayor contribución al PIB en este período fue de 0,29 mil millones de dólares en 2019 y 2018.
Una mayor aceptación podría repercutir en el PIB de los países latinoamericanos mediante:
Eliminación de fricciones:
La comodidad de las tarjetas de pago permite a los clientes realizar compras sin necesidad de llevar la cantidad exacta de dinero en efectivo, lo que simplifica el proceso de gasto. Esto también es beneficioso para los comercios, ya que reduce el riesgo asociado al manejo de grandes sumas de dinero en efectivo o a la aceptación de cheques potencialmente arriesgados. Además, cuando los consumidores utilizan sus tarjetas de pago en terminales de autoservicio de supermercados o gasolineras, ayuda a los comercios a reducir los costos de mano de obra.
Aumento de la transparencia:
Un aumento en la utilización de tarjetas de pago suele traducirse en una disminución del uso de efectivo, lo que a su vez reduce los gastos en que incurren los bancos centrales en términos de gestión, impresión, transporte y seguridad de la moneda física. Esto también disminuye la carga de los departamentos de tesorería y finanzas que procesan el papel moneda, mejorando así la eficiencia general del comercio y de la economía en general. Impulsar la aceptación y promover el uso de tarjetas de pago contribuye a reducir la economía informal, ayudando en la lucha contra la delincuencia financiera y fomentando una mayor inclusión financiera.
Estandarización del gasto:
Las normas de aceptación mundial facilitan el crecimiento global al permitir a las empresas procesar transacciones internacionales a través de sus sistemas de punto de venta o plataformas en línea.
Fomenta la innovación:
Las normas mundiales garantizan la igualdad de condiciones para las empresas de pago y las fintech, lo que conduce a acuerdos impulsados por el mercado para los comercios. Estas normas también fomentan la innovación entre los proveedores, lo que se traduce en el desarrollo de soluciones más ventajosas tanto para los consumidores como para las empresas.
Proporciona seguridad:
La confianza en el sistema de pago reduce los obstáculos y fomenta el gasto. Para los comercios, la adopción de los pagos con tarjeta ofrece la garantía de pagos seguros, mientras que los consumidores ganan en comodidad a la hora de realizar sus compras. Esta confianza facilita la expansión del uso de las tarjetas de pago.
Permite el crecimiento empresarial:
Aproximadamente el 50%2 de las pequeñas y medianas empresas que se conectaron a Internet durante la pandemia de COVID-19 eran empresas que antes de la pandemia no tenían actividad en línea o ésta era mínima. Las que dieron el paso online aumentaron sus ventas entre un 20 y un 30% más que las que no hicieron el cambio digital.
En conclusión, el impacto potencial de una mayor aceptación de pagos en América Latina es considerable. Adoptando tecnologías de pago modernas y fomentando un entorno que favorezca la inclusión financiera, las economías latinoamericanas pueden estimular el crecimiento y la inclusión financiera.
El documento el nuevo panorama de aceptación fue desarrolllado por el equipo de VCA.